Argentina Automovilismo - Corredores internacionales - Edgardo S. Berg

El argentino parece tener un comportamiento extraño. Tiene, y muchas veces le sobra material para vanagloriarse de su historia; principalmente la deportiva. Ya uno puede escuchar sobre las hazañas de Monzón en boxeo, de Maradona en fútbol y hasta de De Vicenzo en golf. En automovilismo los nombres que nos saltan a la mente son los de Fangio, los Gálvez, González, Di Palma y Reutemann entre otros. De los apellidos nombrados en el campo del automovilismo, tres de ellos mostraron sus valías en vehículos monoplazas. Por eso Argentina se vanagloria que uno de los suyos le dio la primera victoria al Cavallino Rampante en la Formula Uno por sobre los Alfa Romeo (el sueño de Don Enzo Ferrari); otro tuvo el record de campeonatos del mundo por 46 años si las matemáticas no me engañan; el tercero corrió para los mejores, llego a ostentar el record de arribos en los puntos a principios de los 80 y se sentó donde quiso cuando quiso. Condujo para cuatro equipos top de la Fórmula Uno y le dió victorias a tres de ellos.
Amnesia de los argentino en el automovilismo
Por Edgardo S Berg
Cada vez que estos hombres se sentaban para disputar un GP en su país, las tribunas enloquecían y se llenaban a pleno. Sino, observen las imágenes de la época donde vemos en el Autódromo a Juan Manuel Fangio, Alberto Ascari, Stirling Moss y José Froilán González, año 1955. O esa otra con Andretti, Reutemann y Peterson. Pero hemos elegido el ostracismo. Según un importante piloto de una de las categorías más importantes del país, logramos olvidar a los monoplazas. Nuestra atención, y principalmente la de las empresas vuelca a los autos con techo. No esta mal, pero parece mostrar una pobre visión comercial. Los grandes volantes argentinos que buscan reverdecer los laureles de los antedichos pilotos parten ya a América, ya a Europa con muchísimas dotes conductivas y poca “dote” de patrocinio.
Nuevos valores del automovilismo argentino sin patrocinio internacional
El mensaje parece decir, “Vayan y hagan lo que puedan con estas piastras. Si retornan con el Campeonato del Mundo de la F1, ahí veremos cómo los apoyamos”. Hay algunas empresas que intentan hacer algo, pero o no pueden más o no quieren. Cuando estos chicos retornan al país, más curtidos y con más experiencia, se le abren las puertas de los autos con techo. Repito, no está mal, pero no es el objetivo trazado por los mismos nombres con los cuales hoy nos llenamos la boca. Ni Fangio, ni González ni Reutemann, luego de dejar la F1 se sentaron para competir toda una temporada local con autos con techo. ¿Alguien tuvo el valor de preguntarles porque no lo hicieron? ¿ Les consultaron a Larrauri, Fontana, Tuero o Mazzacane la razón por la que tuvieron que dejar la Fórmula Uno sin haber logrado cubrir dos temporadas?
Argentina y Brasil, distinta actitud
Parece que los monoplazas no interesan, parece que recordamos las hazañas de los grandes nombres pero sufrimos gran amnesia cuando debemos encontrar el camino que nos lleve, no solo a la F1, sino a las grandes ligas del automovilismo mundial. Si les digo cuatro categorías monoplazas de competencia: Fórmula 1, GP2, Fórmula–e e Indycars ¿Me podría indicar cuantos pilotos argentinos has competido en ellas en los últimos cinco años? Nuestros vecinos brasileros fueron lo suficientemente “clever” para mantener una escalera continua de pilotos. Le repito la pregunta que le acabo de hacer sobre los argentinos, sin embargo ahora hágalo con los brasileros. Las diferencias son asombrosas.
La amnesia que les dije...
Como resultado, lamentablemente la amnesia no nos permite ver como volver sobre los pasos perdidos. Lo que es curioso es que somos un “poco altaneros” y en vez de ir a preguntar cuál es esa política de éxito y de continuidad, seguimos en nuestros treces. Además, nunca se me ocurriría pensar que ésta política comercial de solo apuntar al mercado interno y no ver al mundo como un gran supermercado mundial, como principal premisa de nuestras empresas; no… jamás se me podría ocurrir una idea tan descabellada. Prefiero seguir echandole la culpa a la amnesia. Total, esta última ya se olvidó ¿no le parece?
Edgardo S. Berg Mar del Plata - Provincia de Buenos Aires - Argentina
Otras notas del autor
Argentina Versus Brasil en la Fórmula Uno - Edgardo S. Berg
Argentina Mundo
Argentina Mundo en Facebook - Provincia 25 Argentina - Aldiser Argentina Tango