Como escritor me siento esencialmente consustanciado con el espíritu de la ciudad de Buenos Aires. Caminan por mis versos, en puntitas de pie, Carriego y Borges, el negro Celedonio y Julián Centeya, los dos Homeros, Expósito y Manzi, y por supuesto, levantando el estandarte lunfa, autores tales como Horacio Ferrer, Orlando Punzi, Daniel Giribaldi, Carlos de la Púa y tantos otros de los que aún sigo aprendiendo.Artículo subido el 03/12/20