Allí está él, su alma, su razón de ser. Rosarino, tanguero y centralista, Roberto Fontanarrosa miraba la vida desde el atalaya del Café El Cairo, y asi es que la dejó escrachada para irse pero quedarse... Siempre se acuerda de él un amigazo, Juanjo Minatel, que si quiere tanto a Rosario en parte se puede deber al Negro Fontanarrosa. Así nos contó cosas en su Rosas de Otoño...Artículo subido el 23/11/22