Lo que si sabemos con certeza, es que nadie iría a Jazz and Pop por su gastronomía, pero sí vamos por su oferta musical. ¿Por qué entonces aún siguen cantando y tocando decenas y decenas de artistas sin plantear siquiera ésta realidad que los ampara y los dignifica? ¿O es que los escenarios de Buenos Aires se llenan de gente que necesita perder dinero o empatar pero inexorablemente buscar en las tablas algún mimo perdido?... ¿O es que el ego los puede?Artículo subido el 08/02/21